miércoles, 15 de enero de 2014

Suicidas sociales



Hay libros que dejan un regusto especial en el paladar de la memoria. Unas veces no nos lo podemos quitar porque el libro nos ha gustado mucho. Otras porque las circunstancias en que lo leímos hace que los recordemos con especial cariño. 'House. Guía para la vida', se puede encuadrar en el segundo grupo.

El libro de hoy fue uno de los pocos caprichos que me permití con mi primera nómina. Recuerdo el sitio y el día que lo compré. Hasta el clima que hacía esa misma tarde. Nos encontrábamos en plena efervescencia del 'fenómeno House', con la serie haciendo cada martes audiencias de cuatro millones de telespectadores, el merchandising en pleno apogeo y las chanzas y el sarcasmo del doctor en boca de todo el mundo. En este escenario, el autor se sube al carro de la mercadotecnia 'houseriana' saca este libro y muchos seguidores, como borreguitos, fuimos a comprarlo. Si fuera hoy, seguramente no me gastaría los 15€ que me costó. Y después de haberlo leído no sé siquiera si lo sacaría de una biblioteca.

El libro comienza con un test en el que tenemos que seleccionar la respuesta que elegiría House en cada una de las situaciones planteadas (incluida la de si nos atreveríamos a llevar bastón por la calle para emular al galeno, sin tener la pierna siquiera mínimamente atrofiada como él). La respuesta que hay que elegir en cada caso es muy obvia si queremos parecernos a House. Después sigue con el método para ser unos House en nuestra vida cotidiana, que pasa por odiar al prójimo, recrearnos en nuestros errores, fustigarnos por ellos, volvernos a fustigar, añorar mejores tiempos y antiguos amores y por último hacer todo lo posible por odiarnos a nosotros mismos.

Obviamente hay que entender el libro desde la óptica del entretenimiento, y no llevar a la práctica (aunque muchas veces apetezca) ser como el House de la ficción, pues solo un "suicida social" seguiría los pasos recomendados por el autor.

La verdad es que tenía puestas unas expectativas muy altas en este libro, pues en ese momento seguía con asiduidad la serie de la que tomaba la idea. Sin embargo, no se han visto cumplidas porque en ocasiones resulta tedioso que se centre únicamente en el carácter obsesivo y misántropo de House, dando muy poco énfasis a su carácter sarcástico. Es decir, lo primero no se puede aislar de lo segundo, pero quizá debería haber potenciado ser más irónico y sarcástico en la vida cotidiana y menos un 'hijo de puta social'. Quizá en el momento en que lo compré si lo hubiera disfrutado, pero ahora no. Eso demuestra que con la edad nos volvemos más exigentes en lo que a gustos literarios se refiere.

Pero no está todo perdido. Lo mejor del libro se encuentra en las páginas finales del mismo. Son las mejores frases de House de las tres primeras temporadas. En este apartado también es interesante la selección musical de la serie, que acompaña a los momentos más emblemáticos. Pero es que hasta eso lo podemos encontrar buceando un poco en internet.

En definitiva, esperaba bastante de este libro y he obtenido muy poco, mucho menos de la previsto. Quizá en otro momento. Pero animo a cualquiera que lo quiera probar y que sea fan de la serie a ver si se convierte en su ídolo televisivo con el método que nos propone Toni de la Torre.