domingo, 6 de junio de 2021

El ser humano es un animal que añora

La primera noticia de 'Sobre la nostalgia. Damnatio memoriae'  la tuve durante los paseos vespertinos desde casa hasta el Cementerio de la Almudena (un buen lugar para ejercitar la nostalgia, por cierto), en la época en la que comenzaron a relajarse las medidas de confinamiento tras el primer estado de alarma. Como nexo común en casi todas mis últimas lecturas, el autor fue entrevistado por Javier Aznar, en una de las habitaciones de su ya imprescindible 'Hotel Jorge Juan'.

Me pareció muy interesante la aproximación a ese concepto, el de la nostalgia, desde la filosofía y la mitología, justo en el momento en el que lo que más añorábamos era nuestra vida anterior a la pandemia. El de la nostalgia de ver a nuestros seres queridos y estar acompañados por ellos durante la parte más dura del confinamiento domiciliario al que nos abocó el COVID-19.

En 'Sobre la nostalgia', Diego S. Garrocho disecciona desde una perspectiva histórica y filosófica el concepto de nostalgia. Se trata de un ensayo muy académico en algunos pasajes, que no he podido disfrutar cuanto me hubiera gustado, debido a mis propias carencias y limitaciones en la materia. Otros, sin embargo, en un lenguaje más asequible para el lector común, como quien esto escribe, nos acercan al concepto que da título al libro y a una serie de lugares perfectamente transitables para la mayoría:

"La amenaza de un dolor es mucho más temible que la vivencia de un sufrimiento en tiempo presente".
"La fortuna ha querido que en nuestra lengua la «espera» y la «esperanza» converjan en una misma palabra. «Esperar» es una acción ambigua y dual en la que la permanencia o la persistencia paciente parece custodiar un optimismo injustificado. La polisemia del término fascinó a André Gide, quien celebró la coincidencia que en nuestra lengua nos obliga, cada que entramos en una «sala de espera», a entrar en una «sala de esperanza». Allí donde esa esperanza se exilia, disipa o se aniquila -podríamos volver a Hesíodo- se pierde el sentido de la espera e incluso se hace imposible su ejercicio".
"Es probable que cada vez que añoramos un lugar no echemos de menos una circunstancia espacial concreta sino un tiempo sido".
"No hay nada más antiguo que el futuro, pero al mismo tiempo no hay nada más moderno, o postmoderno, que invocar el pasado".

Personalmente, la parte que más disfruté durante la lectura fue la que abordaba el concepto de nostalgia desde una perspectiva histórica, resultando muy interesante el capítulo dedicado a la 'damnatio memoriae', una condena habitual en la antigua Roma, consistente en borrar de la memoria colectiva el recuerdo de un enemigo del Imperio, suprimiendo cualquier rastro que pudiera permanecer en placas conmemorativas, edificios, esculturas, etc. Era una versión más depurada (y menos cutre) de las purgas llevadas a cabo en la URSS con aquellos a los que se purgaba y condenaba al ostracismo. 

Igualmente interesante es el tratamiento de la enfermedad de la nostalgia de la que fueron diagnosticados los soldados suizos que se enrolaban en misiones lejos de su país (la enfermedad también recibió el nombre de "mal del país") y que no podían olvidar los verdes paisajes de su patria mientras se encontraban luchando lejos de ellos.

En definitiva, un libro muy interesante, que nos acerca de una manera integral a un concepto más presente en nuestra vida de lo que podríamos pensar, pero al que es conveniente acercarse con determinadas bases sobre conceptos filosóficos para poder disfrutarlo en su totalidad.